Clasificación

Según su localización, la clasificamos en generalizada y localizada.

La generalizada se suele dar en mujeres obesas y suele ir acompañada de trastornos circulatorios.

La localizada afecta principalmente a muslos, caderas y glúteos.

Según sus características puede ser edematosa, dura o fláccida.

En el primer caso la piel se presenta con aspecto hinchado, sobre todo, en miembros inferiores y la piel de naranja es visible desde el principio de la afección.

En el caso de la dura, la piel se presenta compacta, frecuentemente con estrías y solo vemos los hoyuelos al pellizcarla.

La fláccida suele ser una evolución de la anterior con el paso del tiempo. Se observa pérdida de consistencia en los tejidos que cambian de forma con la presión.

En función de la afectación también puede hacerse una clasificación por grados.

  • En el grado 1, la piel se presenta lisa y uniforme tanto de pie como acostada.
  • En el grado 2, la piel de naranja es visible al pellizcar la piel pero sigue teniendo aspecto liso y uniforme.
  • En el grado 3, los nódulos son visibles a simple vista.
  • Y en el caso del grado 4 son más evidentes e incluso dolorosos.




¿Podemos eliminar la celulitis?

Mediante los tratamientos tópicos que podemos realizar desde nuestras casas, no podemos eliminar la celulitis instalada, pero sí mejorar mucho el aspecto de nuestra piel para que sea menos visible.

Existen multitud de cremas con principios activos que van a actuar sobre esos antiestéticos nódulos. Suelen tener en su composición activadores de la microcirculación como son la cafeína, escina, ginko biloba, ruscus, castaño de indias, hiedra, abedul, bioflavonoides…

Otros componentes, como la centella asiática, el retinol, la cola de caballo o los extractos de algas actúan como tensores, hidratantes, astringentes y reafirmantes para mejorar el aspecto de la piel.

A pesar de solemos acordamos en verano de empezar a tratar nuestra celulitis, debemos saber que los resultados no son visibles el primer día, es necesaria constancia diaria durante algunos meses, aunque lo ideal sería aplicar el anticelulítico durante todo el año para prevenir la instalación de nuevos nódulos.

Además de estos tratamientos cutáneos, hay otras medidas que podemos tomar y que ayudan mucho a reducir la piel de naranja: debemos practicar deporte acorde a nuestra forma física; disminuir el consumo de grasas saturadas, aumentando el de frutas y verduras; reducir el consumo de sal y no llevar ropa ajustada.

También tenemos a nuestra disposición nutricosméticos que potencian los efectos de todo lo expuesto anteriormente.