Antes de adquirirla, conviene fijarse en que la forma se adapte a la anatomía del cuerpo y también en el material del que está fabricada, ya que no todas son iguales.

Material de la copa menstrual

Las de mejor calidad son las de silicona de grado médico, que evita que los microorganismos se queden adheridos en los poros de la copa y que facilita su limpieza. Es también un material muy duradero que permitirá el uso de la copa en perfecto estado durante años.

El modelo adecuado según nuestra anatomía

El siguiente paso es elegir el modelo más adecuado para cada mujer en función de que se trate de una adolescente, una mujer que haya tenido partos vaginales o si, por el contrario, es una mujer adulta que no los haya tenido. La talla debe ser la adecuada para cada caso, ya que el diámetro de la vagina es diferente en cada caso y si no se elige la copa adecuada, no se adaptará bien y  tendremos pérdidas de flujo por las paredes exteriores de la copa.

Una vez elegido el modelo adecuado, lo siguiente es leer bien las instrucciones de uso y practicar su colocación. Esto es mejor practicarlo fuera del periodo menstrual, más tranquila, para que cuando realmente se necesite se sepa colocar bien.

Existen modelos plegables, muy discretos, para llevar en el bolso o para aquellas mujeres con reglas irregulares que no saben cuándo van a necesitarla.

También hay una copa específica para cérvix bajo, que no permite el uso de una copa estándar e incluso copas que permiten las relaciones sexuales durante la menstruación.

Cada caso es un mundo, así que lo mejor es pedir consejo en la farmacia, donde te ayudaremos a elegir la copa que mejor se adapte a tus circunstancias.