Aunque pensábamos que pertenecía a otra época, tras la pandemia ha vuelto con fuerzas renovadas. Es una enfermedad contagiosa que consiste en un trastorno en la piel causado por un parásito llamado sarcoptes scabei y ese nombre da una idea de lo que hace que es excavar túneles en la piel para depositar sus huevos. 

El síntoma más característico es el picor que se produce sobre todo por la noche y afecta a todo el cuerpo, excepto a la cara y al cuero cabelludo en adultos. Si no se trata, puede producir urticaria y sobreinfecciones debidas al inevitable rascado. Puede ocurrir incluso que pasen hasta 6 semanas antes de que aparezcan los primeros síntomas.

Al ser contagiosa, se puede transmitir tanto por contacto directo con una persona infectada como a través de ropa, sábanas, toallas, cojines, …  Cualquier persona es susceptible de contagiarse con la sarna pero en niños, en ancianos y en las personas inmunodeprimidas, es más frecuente.

Cuando un miembro de la familia comienza a presentar síntomas deben tratarse también todos los demás (como pasa con los piojos), para erradicarla de manera eficaz. También deben lavarse sábanas, toallas, ropa y todo aquello que sea posible a una temperatura superior a 50ºC. El resto de cosas deben meterse en una bolsa de plástico cerrada durante 10 días para garantizar que ningún parásito sobreviva.

Algunas medidas recomendables son:

  • Aplicar cremas emolientes para prevenir la irritación de la piel.

  • Tratar a la vez a todos los miembros de una misma familia.

  • Mantener las uñas cortas y evitar el rascado para no diseminar los parásitos a zonas sanas y que proliferen debajo de estas. También podemos agravar las lesiones y provocar que se sobreinfectan. 

  • Prevenir a todos aquellos con los que se tuviera contacto estrecho durante el mes previo a la aparición de los síntomas.

Además, contamos con ayuda farmacológica tanto tópica como oral

El tratamiento tópico de primera elección sería una crema de permetrina al 5% (tratamiento que también se utiliza para los piojos) que se aplica una sola vez por todo el cuerpo (excepto mucosas) y se deja actuar toda la noche. Debemos ser meticulosos y no olvidarnos de todos los pliegues: ombligo, debajo de las uñas, espacios entre los dedos, ..., para no dejar ni un solo espacio de la piel sin tratar, ya que debemos acabar tanto con los parásitos adultos como con sus huevos.

Como segunda opción también se usan cremas de benzoato de bencilo que se formulan al 10-25%. En este caso, se aplicarían durante 2 noches seguidas repitiendo a los 7 días. 

Otra opción, menos práctica, son las pomadas con azufre al 5-10%. En este caso sería necesario aplicarla durante 3 días consecutivos manteniéndola en la piel durante 12-24 horas. Tiene un olor desagradable, mancha la ropa y puede irritar la piel.

Como tratamiento por vía oral se usa la Ivermectina, que puede usarse también como preventivo para los contactos de una misma familia. Sería una toma única y se repite a los 7 días ya que no mata los huevos.