Los sabañones son una respuesta de la piel a la exposición al aire frío, no helado. También se llama eritema pernio y se trata de una inflamación dolorosa de los vasos sanguíneos que irrigan la piel.

Las zonas más frecuentes en las que aparecen son: manos y pies, pero también pueden afectar a la nariz o a las orejas. Se observa como unas manchas rojas o azuladas que causan picor y dolor al contacto. Pueden salir también ampollas en las zonas más afectadas y permanecer una media de tres semanas.

Las personas propensas suelen padecerlos todos los años cuando llega el frío y sabemos que hay algunos factores que nos hacen más vulnerables a su aparición, por lo que se debe tener en cuenta que debemos:

  1.  Evitar la exposición directa de la piel al frío y el calentamiento brusco de la piel al acercarla a alguna fuente de calor (radiadores, braseros, agua caliente,...)
  2.  Evitar llevar ropa o calzado ajustados que no permitan una circulación correcta del flujo sanguíneo o que no nos aísle adecuadamente de la humedad.

Es más probable padecerlo:

  •     En climas húmedos y estaciones del año frías.
  •     Las mujeres tienen un riesgo mayor.
  •     Al tener un peso inferior al apropiado.
  •     Pacientes con la enfermedad de Raynaud o algunos trastornos autoinmunes como el lupus.

Por tanto, si queremos mantener a raya los sabañones debemos abrigarnos bien, con ropa holgada que transpire pero que nos proteja de la humedad.

¿Qué hacer para evitar la aparición de los sabañones?

  • Si se nos enfrían pies y manos, debemos calentarlos suavemente, sin frotar ni rascarnos, para no provocar lesiones que puedan infectarse y si ya las tenemos, aplicar un antiséptico para evitarlo.
  • Si se nos mojan los calcetines o los guantes, cambiarlos inmediatamente por otros secos.
  • Debemos evitar el tabaco, realizar ejercicio físico suave de manera regular para activar la circulación e intentar llevar una dieta rica en vitaminas A, C y D que nos ayude a proteger nuestra piel desde dentro.
  • También deberíamos mantener una buena hidratación que nos ayude a mantener la piel elástica, evitando grietas y posibles ulceraciones.
  • Podemos encontrar en la farmacia emulsiones que nos ayuden a controlar la sensación de picor y a disminuir el dolor gracias a su efecto antiinflamatorio.